Calders

Calders es un pequeño pueblo con un carácter marcadamente rural y tranquilo. Rodeado de paisajes naturales, destaca por sus vistas a los campos ondulados ya los bosques de pinos y encinas que caracterizan a la zona. Es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, ya que ofrece oportunidades para realizar senderismo, ciclismo y paseos relajantes.

El casco urbano conserva una arquitectura tradicional catalana, con casas de piedra y calles estrechas que invitan a perderse y disfrutar del ambiente pausado. La iglesia parroquial de Sant Vicenç de Calders, de origen románico pero con reformas posteriores, es uno de los principales puntos de interés.

También hay restos de masías históricas, algunas de ellas fortificadas, que reflejan la riqueza agrícola y ganadera del territorio en épocas pasadas. La gastronomía local es sencilla pero deliciosa, basada en productos frescos y recetas tradicionales del Moianès.

Calders está muy bien situado, cerca de sitios de interés como Moià y Monistrol de Calders, y cuenta con una comunidad acogedora que conserva sus tradiciones y fiestas locales, como la fiesta mayor u otras celebraciones populares.

Si buscas un sitio para desconectar y conectar con la naturaleza y la historia, Calders es una opción fantástica.